El narrador, el personaje más importante de tu historia
No reflexionar sobre la figura del narrador es uno de los errores más habituales entre quienes están empezando a escribir. Que no sea tu caso.
Es algo que he notado en mis cursos de escritura creativa. La mayoría de las veces, las personas que se están iniciando en esto de escribir se lanzan a redactar sus textos de manera intuitiva, sin tomar antes ninguna decisión acerca del narrador. “No lo sé”, suelen responderme cuando les pregunto por qué han elegido contar la historia desde la primera o la tercera persona.
Pues es importante saberlo. Porque el narrador tiene un papel básico en la historia. Sin él, de hecho, no hay narración posible.
Así de tajante lo expresa Vargas Llosa en ‘Cartas a un joven novelista’:
El narrador [es] el personaje más importante de todas las novelas (sin ninguna excepción) y del que, en cierta forma, dependen todos los demás.
Existen muchos tipos de narrador.
Una de las clasificaciones más habituales es la que se fija en si utilizan la primera, segunda o tercera persona.
También se pueden dividir según si son personajes de la propia historia o se trata de una voz externa. Dentro de los narradores internos podemos hablar del narrador protagonista o el narrador testigo, mientras que el narrador externo también puede ser omnisciente o equisciente según cuál sea su punto de vista.
Cada uno de estos tipos de narrador merece un artículo a parte (como este que escribí sobre las ventajas y desventajas de narrar en primera persona) , y cuento con dedicárselo más adelante, pero en esta ocasión mi objetivo es tan solo hacerte reflexionar sobre lo importante que es el papel que juega el narrador dentro de un relato.
Estos son los motivos principales por los que el narrador es el personaje más importante de tu historia:
Porque está presente durante toda la historia
Sí, es así: no te lo puedes quitar de encima. No puede haber narración sin una voz que narre. Esto parece una verdad de perogrullo, y en el fondo lo es, pero a muchos escritores principiantes se les olvida. Que no sea tu caso. A partir de ahora, antes de escribir siquiera la primera línea de tu próximo relato, hazte esta pregunta: ¿quién va a contar la historia? Es una de las preguntas básicas que te proponía en este artículo.
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Porque de él depende la verosimilitud de tu historia
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de la verosimilitud (aquí encontrarás algunos consejos para lograr historias verosímiles), la cualidad que hace que tus historias sean creíbles. El narrador influye en la verosimilitud porque es la voz que nos cuenta la historia, y esta voz ha de resultar creíble, persuasiva, coherente.
Porque es quien pone los límites de lo que puedes o no contar
Este punto está muy relacionado con el asunto de la verosimilitud. Cada tipo de narrador implica unas limitaciones a la hora de contar la historia. Por ejemplo, un narrador interno en primera persona puede permitirse opinar sobre los personajes (así se caracteriza a sí mismo y al otro, como veíamos en este artículo sobre caracterización de personajes literarios), pero esto es pecado mortal para un narrador omnisciente, que debe mantenerse imparcial para resultar creíble y, hasta cierto punto, invisible. Otro ejemplo: Si me estás contando una historia en primera persona, como personaje, y de pronto sabes cosas que ese personaje no debería saber, porque no las ha podido ver o vivir, adiós verosimilitud.
Queda claro, ¿verdad? Quién va a contar la historia es una decisión básica que debes tomar antes de empezar a escribir. Solo así tendrás verdadero control sobre tu relato y evitarás encontrarte con sorpresas y bloqueos a mitad del proceso de redacción.
Un par de aclaraciones más acerca del narrador, de la mano de Vargas Llosa y su manual ‘Cartas a un joven novelista’:
El narrador no es el autor
Este es un gravísimo error, que cometen incluso muchos novelistas, que, por haber decidido narrar sus historias en primera persona y utilizando deliberadamente su propia biografía como tema, creen ser los narradores de sus ficciones. Un narrador es un ser hecho de palabras, no de carne y hueso como suelen ser los autores; aquel vive solo en función de la novela que cuenta y mientras la cuenta (los confines de la ficción son los de su existencia), en tanto que el autor tiene una vida más rica y diversa, que antecede y sigue a la escritura de esa novela, y que ni siquiera mientras la está escribiendo absorbe totalmente su vivir.
El narrador no tiene por qué ser único
Es raro, casi imposible, que una novela tenga un narrador. Lo común es que tenga varios, una serie de narradores que se van turnando unos a otros para contarnos la historia desde distintas perspectivas, a veces dentro de un mismo punto de vista espacial (…) o saltando, mediante mudas, de uno a otro punto de vista.
¿Y tú? ¿Decides antes de escribir quién va a contar tu historia? ¿Tiendes a usar la primera persona o eres más de narradores omniscientes? Cuéntame tu experiencia en los comentarios, me encantará saber cómo sueles trabajar y resolver las dudas que te hayan surgido al hacer esta reflexión sobre la importancia del narrador.
Javier
Posted at 03:45h, 16 febreroNo entiendo eso de que el narrador no puede ser el autor como un error gravísimo. ¿Qué pasa cuando se le cuenta a un niño una historia que uno va inventando mientras la va contando? ¿O esto aplica solo cuando se habla de una novela escrita o una obra literaria?
Sara Suberviola
Posted at 17:15h, 17 febrero¡Hola, Javier!
Para hablar con plena seguridad habría que preguntarle a Vargas Llosa, que es el autor de la cita que comentas. Pero me voy a aventurar 😉 Es cierto que tal vez estas reflexiones son más aplicables a obras literarias escritas. Pero incluso cuando le cuentas una historia a un niño tú te conviertes en narrador, de algún modo dejas de ser el Javier de siempre y eres el Javier narrador, con una voz única y su propia forma de ver el mundo. Es como meterse en un papel, en un rol que se rige por criterios literarios. No sé si esto puede aclarar un poco tu duda 😉
agustin
Posted at 17:34h, 04 abrilGRACIAS POR LA INFORMACION
me ayudo bastante
Sara Suberviola
Posted at 08:43h, 08 abril¡No sabes cuánto me alegro, Agustín! De eso se trata, de echaros una mano. Mucho ánimo con esas historias.
Un beso
María Mayorga
Posted at 18:54h, 05 septiembreHola!!! Pues habitualmente en mis relatos creo que uso más el narrador protagonista y el narrador omnisciente. Mis relatos con cortos y dirigidos al público infantil y creo que de forma natural me sale ese narrador protagonista que se dirige a ellos y conecta con sus sentires, emociones y experiencias. Pero creo que puede ser interesante el ejercicio de ver qué tipo de relato corto sale usando el narrador equisciente, cosa que habitualmente practico poco, pero que cuando he leído algo donde lo han usado me ha enganchado y gustado bastante. Puede ser un interesante ejercicio de creatividad, a ver qué me sale!
Como siempre, gracias por compartir tus conocimientos y seguir aprendiendo contigo.
María – In Natura
Sara Suberviola
Posted at 12:41h, 07 septiembre¡Hola, María! Gracias por compartir tu experiencia 🙂 Como dices, el narrador protagonista logra esa conexión directa, es su principal ventaja diría yo. Si te animas a probar el equisciente no dudes en compartirlo, me encantará leerlo. ¡Un fuerte abrazo y gracias a ti!